Escrito por el historiador de arte Jaume Soler
He tenido la suerte de coincidir de nuevo con una persona muy valiosa a nivel cultural, el historiador de arte Jaume Soler, en la exposición de Zaragoza, celebrada en octubre del 2010.
No tengo palabras para agradecerle, la maravillosa critica hacia mi obra.
GRACIAS JAUME
MARISA ESPINOSA O UNA MANERA DE ENTENDER LA NATURALEZA.
He tenido ocasión de conocer a M. Espinosa, en Alpicat, (Lleida, 2009), i tratarla ahora, en Zaragoza, (2010), a raíz de estrechar nuestras relaciones profesionales de cara a ciertos proyectos en marcha.
Desde mi objetividad, y sin conocer, en profundidad, su trayectoria, no obstante me haya procurado una información de primera mano, creo que es aquella clase de artista vocacional, honesta y con una gran capacidad de trabajo, cuyo objetivo pretende ir más allá de los convencionalismos en boga.
Aunque diplomada en enfermería, profesión a la que se ha dedicado con esmero, su gran debilidad por el dibujo y por la pintura la encauzan hacia sendos centros de formación, privados, ambos en Zaragoza, (Academia Atrium, Academia Impresionsitas), aparte de completar dicha formación por su cuenta, es decir, trabajando duramente, con voluntad, con tesón y con intensidad, siempre a la búsqueda de su camino.
M. E., por lo que he podido deducir, es una entusiasta del paisaje como de la figura. Su gran admiración por los clásicos, (los impresionistas), tales como Manet, Monet o Sorolla, por citar, tan sólo, unos pocos ej., no la dejan indifernte, sino todo lo contrario, aunque ella no trata, en ningún momento, de emularlos. Se inspira en algunas de sus características para, luego, aplicarlas a su propio lenguaje. A la definición de una línea personal.
Como buena observadora de cuanto conlleva todo proceso pictórico, M. E. también trata de estudiar, trabajar y entender la magia de los colores, así como de sus procedimientos, (óleo, acrílico, pastel), sin descuidar, faltaría más, el dibujo o el boceto, las bases necesarias y útiles para cualquier tipo de desarollo posterior y salir airosa del mismo. No en vano, según sus propias palabras, no ha dejado de dibujar, tanto en su jueventud como en sus largas jornadas de trabajo en el hospital, cuando sus horarios así se lo permitían.
M. E., en su manera de ver y de interpretar sus temas, sean de la índole que sean, toda vez que investiga sus estructuras compositivas, concede una atención especial a las masas cromáticas. A su distirbución. A su equilibrio. A su integridad, aún en su apariencia descuidada o desordenada. Son puros recursos, muy propios de una artista que adora y respeta su trabajo.
A título personal, y si la artista me lo permite, me atrevería a comenrar, ni que fuera brevemente, los casos de dos temas, ahora presentados en la feria de arte de Zaragoza, (oct., 2010), que me han llamado la atención: “Nostalgia” y “Reflejos azules”. Temas que, por sus características, vienen a reunir todas aquellas aspiraciones que una artista pueda aunar en unos resultados concretos. Un compendio de todas ellas. Ambos temas, sin intención de exagerar, aparte de de su puesta en escena, y de su rotundidad, nos dan algo más, es decir, nos emocionan sus vertientes poéticas, sus toques de reflexión que, de alguna manera, nos recrean la mente y nos alimentan el espíritu.
M. E., en su singladura, es uno de aquellos ej. que, gracias a su voluntad, a su tenacidad y esta, su búsqueda, no pretenden otra cosa que justificar aquel camino, un camino, dadas las circunstancias, nada fácil, ni para ella ni para cualquier artista que se precie, dado el estado actual de las artes plásticas en nuestro país y de la poca o nula comprensión por parte de la sociedad en general, así como de las ayudas, tan escasas, por parte de quienes podrían facilitarlas. Siempre habrá que agradecer, como siempre, y menos mal, a quienes se preocupan por la promoción del arte, siempre desde una iniciativa privada, profesional, honesta, alejados de los “tinglados” y de las parafernalias inútiles.
Barcelona. Octubre, 2010.
Jaume Soler i de Magriñà. Historiador del arte.
Hola Marisa, me llamo Marian, te acabo de conocer de forma casual, y después de ver tus trabajos no me ha quedado otra que escribirte.
Hace escasos veinte minutos, había encima de la mesa del ordenador una tarjeta de Navidad dirigida a mí, el dibujo me ha llamado la atención. He mirado el reverso y en él pone, “Mujeres en Granja” Ilustración digital Mª Antonieta de la Mora Carrasco.
Un domingo noche, no tengo muchas cosas que hacer, así que he metido en Google el nombre de la autora. El Google me ha llevado a una web llamada sensibilizarte, donde hay dos dibujos tuyos.
Jamás me ha emocionado ningún cuadro. No tengo especial sensibilidad para la pintura. Pero ver tus cuadros me ha estremecido. Así que he visitado tu página personal y he seguido curioseando tu trabajo.
Lo que más me llama la atención es que tus paisajes tienen mucho de onírico. Por lo menos me recuerdan a mis sueños.
Hay sensaciones que sólo se viven en los sueños y que echas de menos cuando estás despierto. Incluso hay veces que no las echas de menos porque quedaron enterradas por la cotidianeidad y la desesperanza de encontrar mundos mágicos en el mundo de los despiertos.
Te escribo para darte las gracias. Esta noche, sin estar dormida he viajado a otros mundos que quedan lejos de aquí, que se me había olvidado que existían. Y que alguna vez habité en ellos.
Gracias por recordármelo.
Marian
Este comentario maravilloso, me fué enviado a mi página en la web virtual de Artistas de la tierra, por el critico de arte Abdul Kader
Es una nota que salió en el PERIODICO DE ARAGÓN, en una de mis primeras exposiciones, lo encontré casualmente y me hizo muchisima ilusión
Distinciones: Critica favorable del profesor de Historia del arte y presidente de honor de la
Asociación Española de Críticos de Arte D. Ángel Azpeitia (Heraldo de Aragón de fecha 27.02.2003 en el mismo periódico sobre exposición realizada en la Caja Rural de Teruel